International Journal of Stroke: Volumen 20, Número 7, Agosto de 2025
21 Jul 2025International Journal of Stroke: Volumen 20, Número 7, Agosto de 2025 Traducido por Dr. Matías J. Alet - @AletMatias
International Journal of Stroke: Volumen 20, Número 7, Agosto de 2025 Traducido por Dr. Matías J. Alet - @AletMatias
Publicado por primera vez en línea el 17 de julio de 2025
Hugh S. Markus
https://doi.org/10.1177/17474930251356353
Aunque las estrategias actuales de prevención secundaria del ACV son efectivas, aún no logran evitar muchos eventos, especialmente durante el período temprano posterior al ACV. En el Registro ASTRAL, entre los pacientes con ACV isquémico agudo, el 1 %, 2,7 % y 8,4 % presentaron al menos una recurrencia de ACV durante el primer día, mes y año, respectivamente. Por lo tanto, se requieren estrategias de prevención secundaria más efectivas. Una opción es agregar un anticoagulante oral de acción directa (ACOD) en dosis baja a un agente antiagregante plaquetario, como en el ensayo COMPASS, que combinó rivaroxabán con aspirina y sugirió que esta combinación era más eficaz para prevenir recurrencias. En este número, Adamou y sus colegas realizaron una revisión sistemática y metaanálisis de la evidencia disponible proveniente de ensayos clínicos aleatorizados (ECA) que incluyeron participantes con ACV isquémico agudo o accidente isquémico transitorio (AIT) de alto riesgo sin indicación para anticoagulación oral, quienes fueron aleatorizados a una estrategia combinada de anticoagulación oral con antiagregantes frente a antiagregantes solos. Identificaron cuatro estudios elegibles con un total de 6893 pacientes, en los que se registraron 430 recurrencias de ACV durante un seguimiento acumulado de 6137 años-paciente. En comparación con los pacientes asignados a tratamiento antiagregante estándar, aquellos asignados a la estrategia combinada presentaron un riesgo similar de recurrencia de ACV isquémico (odds ratio [OR] = 0,89; intervalo de confianza [IC] del 95 % = 0,68–1,17), pero un mayor riesgo de hemorragia mayor (OR = 2,21; IC 95 % = 1,25–3,90). Concluyen que, según la evidencia actual, la estrategia combinada de anticoagulación oral con antiagregantes no debería utilizarse en pacientes con ACV isquémico agudo sin indicación formal de anticoagulación oral.
Una medida de prevención secundaria a menudo no tenida en consideración es el ejercicio físico. La actividad física es un predictor independiente y poderoso de recurrencia de ACV, y se ha demostrado que reduce tanto el riesgo de ACV como la discapacidad posterior. A pesar de esto, los niveles de actividad física suelen ser bajos después de un ACV, incluso entre quienes han tenido un ACV leve. Se ha demostrado que los programas de entrenamiento físico aumentan el ejercicio en pequeños ECA. Sin embargo, un factor importante —especialmente en quienes han sufrido ACV leves y reciben el alta temprana— es el acceso limitado a apoyo para realizar actividad física, lo cual puede ser especialmente desafiante en áreas rurales. La salud móvil (mHealth), definida como la prestación de servicios médicos y de salud pública a través de dispositivos móviles, es una solución prometedora para llegar a muchas personas físicamente inactivas. Pocos estudios han explorado un enfoque completamente digital basado en mHealth para promover la actividad física tras un ACV o AIT. Para evaluar la viabilidad de tal enfoque, Thurston et al. realizaron un ECA en Suecia. Pacientes con ACV o AIT fueron aleatorizados a recibir entrenamiento supervisado y técnicas de cambio conductual mediante mHealth, o a un grupo control que recibió dos sesiones individuales y tres seguimientos también por mHealth. De 114 participantes, 105 (92%) completaron la intervención de 6 meses y 102 (89%) completaron la evaluación de seguimiento a los 12 meses. Se entregaron 1781 sesiones de ejercicio supervisado al grupo experimental, con una adherencia del 76%, y la adherencia a las sesiones de consejería individual y seguimiento fue del 96%. La satisfacción general con la app fue del 71%, y el 76% del grupo experimental consideró que la aplicación podría replicar parcialmente las visitas presenciales. Los autores concluyen que la intervención mHealth es factible y aceptable, en línea con otros estudios similares recientes. Sin embargo, ahora se requieren ECA de mayor tamaño para determinar si este enfoque mejora la función post-ACV y reduce el riesgo de recurrencia de ACV y de demencia posterior.
La hemorragia intracerebral (HIC) es una enfermedad devastadora, que causa altas tasas de muerte y discapacidad a nivel global. Los resultados neutros de varios ECA de gran envergadura habían generado cierto pesimismo en la comunidad científica. Sin embargo, el tratamiento agudo de la HIC está cobrando nuevo impulso. Ensayos recientes de alto perfil han demostrado beneficios de un enfoque combinado de cuidados hiperagudos (INTERACT3), evacuación hematoma mínimamente invasiva temprana (ENRICH), reversión de anticoagulación con inhibidores del factor Xa mediante andexanet alfa (ANNEXa-I), descenso intensivo de la presión arterial iniciado en las primeras horas (INTERACT4), y la hemicraniectomía descompresiva como estrategia viable en pacientes con HIC extensa profunda (SWITCH). El impacto de un enfoque de cuidados organizados es especialmente relevante, ya que puede aplicarse a casi todos nuestros pacientes con HIC, y podría tener un impacto similar al que tuvieron las unidades organizadas de ACV.
Un estudio inicial de Parry-Jones et al. que implementó un paquete de cuidados hiperagudos "ABC" (reversión de anticoagulación, descenso intensivo de presión arterial, neurocirugía y acceso a cuidados críticos), reportó una reducción en la mortalidad a 30 días en comparación con controles históricos. El ensayo INTERACT3 (third INTEnsive care bundle with blood pressure Reduction in Acute Cerebral hemorrhage Trial) mostró que la implementación de un enfoque sistemático que incluye un protocolo de cuidados intensivos de descenso de la presión arterial (PA) con control fisiológico dentro de las primeras horas tras la HIC se asoció con una mejora en el resultado funcional. Sin embargo, dado que la mayoría de los hospitales que participaron en INTERACT3 estaban ubicados en países de ingresos bajos y medios (PIBM), y que el componente principal del paquete de cuidados fue la reducción intensiva de PA, persiste la incertidumbre sobre la eficacia, componentes específicos y fidelidad de implementación de un paquete de cuidados en países de ingresos altos (PIA). Para aclarar estos beneficios, el estudio I-CATCHER (International Care Bundle Evaluation in Cerebral Hemorrhage Research) busca evaluar la efectividad de un paquete de cuidados multifacético en comparación con la atención estándar habitual en hospitales de PIA y algunos PIBM. Su protocolo se publica en este número de IJS. Este ensayo clínico internacional, multicéntrico, por lotes, paralelo y aleatorizado por conglomerados, planea reclutar 3500 participantes dentro de las 24 h del inicio de la HIC, e implementar un paquete de cuidados que incluye descenso intensivo temprano de la PA, manejo de hiperglucemia y fiebre, reversión de anticoagulación, evitar órdenes de no resucitar, repetir imágenes y establecer circuitos de derivación a terapia intensiva y neurocirugía.
La expansión temprana del hematoma se asocia a mal pronóstico en la HIC, y es más frecuente en pacientes que reciben anticoagulantes al momento del evento. Con el uso creciente de ACOD, esto representa un importante desafío clínico. Recientemente se desarrolló andexanet alfa, un agente específico de reversión para sangrados mayores asociados a inhibidores del factor Xa. Dos estudios iniciales sugirieron eficacia potencial en HIC relacionada con apixabán y rivaroxabán, lo que motivó el ECA ANNEXa-I, que comparó andexanet alfa con atención estándar en pacientes con HIC. El estudio incluyó pacientes con HIC asociada a inhibidores del factor Xa dentro de las 15 h desde la última toma del ACOD y 6 h desde el inicio de los síntomas. Se planificó reclutar 900 pacientes, pero el ensayo fue detenido tras un análisis interino preespecificado en 450 pacientes en mayo de 2023, y los resultados en una muestra final de 530 participantes se presentaron en el Congreso Mundial de ACV en octubre. En ambos análisis (450 y 530 pacientes), andexanet alfa fue superior en eficacia hemostática respecto a la atención habitual, con diferencias absolutas de 13% y 11%, respectivamente. Sin embargo, aumentó la incidencia de eventos tromboembólicos graves, con una diferencia absoluta entre grupos de 4,6%. El ensayo no tuvo potencia suficiente para detectar diferencias en mortalidad ni desenlaces funcionales, y sólo evaluó desenlaces a 30 días. Los resultados han generado controversias y preguntas sin resolver, y una editorial reciente en IJS concluyó que, dado el costo actual de andexanet alfa y sus posibles complicaciones, se requieren más datos antes de definir su uso en la práctica clínica habitual.
Datos adicionales se presentan en el estudio ASTRO-DE, publicado en este número de IJS. ASTRO-DE fue un estudio prospectivo, no intervencionista, realizado en 25 centros certificados de ACV en Alemania. Se reclutaron 137 pacientes con HIC asociada a rivaroxabán o apixabán. El desenlace primario fue el cambio en volumen del hematoma y la proporción de pacientes con crecimiento del hematoma ≤33% entre las 12 y 72 h o hasta la primera imagen de control. Los desenlaces secundarios incluyeron eventos tromboembólicos hospitalarios y mortalidad a 90 días. El cambio medio en volumen del hematoma hasta la primera imagen de control (tras una mediana de 15,6 h) fue de 2,3 ml, mientras que el cambio entre 12–72 h fue de 1,8 ml. Se logró crecimiento ≤33% en el 90,3% de los 93 pacientes evaluables. Durante la hospitalización fallecieron 30/137 pacientes (21,9%) y se registraron 17 eventos tromboembólicos en 11/137 (8,0%) pacientes. Los autores sugieren que estos datos del "mundo real" indican que andexanet alfa resulta en un crecimiento mínimo del volumen del hematoma en pacientes con HIC asociada a apixabán o rivaroxabán. En conjunto, los datos muestran que andexanet alfa puede reducir la expansión del hematoma, pero a costa de un aumento de eventos isquémicos. Aún no contamos con datos robustos con desenlaces clínicos relevantes y seguimiento adecuado para establecer si el beneficio supera al riesgo, ni para estimar su costo-efectividad.
Aunque la hemorragia subaracnoidea (HSA) es considerablemente menos frecuente que la HIC, representa una carga global importante. El tratamiento agudo ha mejorado, pero estudios sugieren que muchos pacientes que sobreviven al evento inicial presentan discapacidades persistentes, con entre 36% y 42,4% reportando mal resultado funcional al año. En este número de IJS, Lee et al. cuantifican esta discapacidad al reclutar 517 pacientes con HSA aneurismática del Korean Stroke Cohort for Functioning and Rehabilitation, evaluados hasta un año después del inicio. De ellos, 246 (47,6%) presentaron discapacidad leve a moderada (mRS 0–3) y 271 (52,4%) discapacidad severa (mRS 4–5) al séptimo día. Al año, la mortalidad fue del 6,0% y el 76,2% alcanzó buen desenlace (mRS 0–1). Los autores concluyen que la mayoría de los pacientes con discapacidad leve a moderada al día 7 presentó buena recuperación funcional, y que incluso entre aquellos con discapacidad severa, hubo una evolución favorable con mejora continua.
Tradicionalmente se ha considerado que la aspirina aumenta el riesgo de HSA. Sin embargo, hay evidencia creciente de que la inflamación participa en la formación y ruptura de aneurismas intracraneales, y que la aspirina podría atenuar vías clave involucradas. Ewbank et al., en este número, destacan que los estudios observacionales y metaanálisis han ofrecido resultados contradictorios. Señalan que un desafío clave es evaluar el uso de aspirina de forma no sesgada antes de la ruptura aneurismática. Para ello, utilizaron el Nurse’s Health Study (NHS), una cohorte prospectiva poblacional de enfermeras, para analizar la asociación temporal entre uso de aspirina y riesgo de HSA. Se incluyeron 117.648 participantes, con 357 casos de HSA durante 4.091.239 años-persona de seguimiento. No se halló asociación entre uso de aspirina y HSA (hazard ratio [HR] = 1,02; IC 95% = 0,82–1,28; p = 0,85). Los autores concluyen que no hay evidencia que respalde un efecto protector de la aspirina frente a la HSA en mujeres, y que incluso observaron cierto aumento del riesgo con dosis mayores en algunos análisis.
Finalmente, es época de publicación de métricas anuales. Me complace anunciar que IJS ha tenido un excelente desempeño. Este año nuestro Journal Impact Factor aumentó significativamente a 8,7, posicionándonos 10º entre 285 revistas de neurología clínica. En CiteScore, continuamos con un crecimiento sostenido y alcanzamos un puntaje de 14,8, ubicándonos en el puesto 12 de 400 revistas de neurología clínica. Esto no habría sido posible sin el trabajo dedicado de nuestro equipo, incluyendo editores asociados, comité editorial, Oficina Editorial, Sage, y —por sobre todo— nuestros revisores. Gracias.
Hugh S. Markus
University of Cambridge, Cambridge, Reino Unido
Correo electrónico: hsm32@medschl.cam.ac.uk
Publicado por primera vez en línea el 12 de abril de 2025
Eficacia y seguridad de la adición de anticoagulación oral al tratamiento antiagregante estándar en pacientes con ACV isquémico sin indicación para anticoagulación oral: Revisión sistemática y metaanálisis
Anastasia Adamou, Dimitra Papadimitriou, Davide Strambo, Eleni Korompoki, Patrik Michel, George Ntaios
https://doi.org/10.1177/17474930251337354
Resumen
Antecedentes:
A pesar de múltiples estrategias efectivas de prevención secundaria, el riesgo de recurrencia de ACV sigue siendo considerable, por lo que se requieren nuevas medidas para reducirlo. Los resultados del ensayo Cardiovascular Outcomes for People Using Anticoagulation Strategies (COMPASS) podrían generar la hipótesis de que la adición de anticoagulación oral en dosis bajas al tratamiento antiagregante estándar podría ser beneficiosa para prevenir recurrencias de ACV en pacientes con ACV isquémico agudo que no presentan indicación formal para anticoagulación oral. Nuestro objetivo fue evaluar esta hipótesis mediante una revisión sistemática y metaanálisis de la evidencia disponible proveniente de ensayos clínicos aleatorizados (ECA).
Métodos:
Siguiendo las directrices PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses) para revisiones sistemáticas y metaanálisis, realizamos una búsqueda sistemática en MEDLINE, Scopus y ClinicalTrials.gov hasta el 14 de enero de 2025. Se incluyeron ECA con participantes que presentaban ACV isquémico agudo o accidente isquémico transitorio (AIT) de alto riesgo sin indicación para anticoagulación oral, y que fueron aleatorizados a una estrategia combinada de anticoagulación oral más antiagregantes versus antiagregantes solos. Los desenlaces evaluados incluyeron recurrencia de ACV, hemorragia mayor, combinación de ambos (desenlace de beneficio clínico neto), cualquier tipo de ACV e infarto cerebral silente detectado por resonancia magnética (RM).
Resultados:
De 1850 estudios examinados, se incluyeron 4 estudios elegibles con un total de 6893 pacientes (50,4% mujeres). Se registraron 430 recurrencias de ACV durante un seguimiento acumulado de 6137 años-paciente. En comparación con los pacientes asignados a tratamiento antiagregante estándar, aquellos que recibieron la estrategia combinada presentaron un riesgo similar de recurrencia de ACV isquémico (razón de probabilidades [OR] = 0,89; IC del 95% = 0,68–1,17), desenlace de beneficio clínico neto (OR = 1,12; IC 95% = 0,88–1,43), cualquier tipo de ACV (OR = 0,88; IC 9 % = 0,65–1,18) e infarto cerebral silente (OR = 1,06; IC 95% = 0,86–1,31), pero un mayor riesgo de hemorragia mayor (OR = 2,21; IC 95% = 1,25–3,90).
Conclusión:
La estrategia de combinación de anticoagulación oral con tratamiento antiagregante no debería utilizarse en pacientes con ACV isquémico agudo sin indicación formal para anticoagulación oral, a menos que los resultados de ensayos en curso como LIBREXIA-Stroke y OCEANIC-Stroke conduzcan a conclusiones diferentes.
Publicado por primera vez en línea el 24 de abril de 2025
¿Las intervenciones de autocuidado mejoran la autoeficacia y la calidad de vida relacionada con la salud tras un ACV? Revisión sistemática
Elizabeth A Lynch, Katie Nesbitt, Aarti Gulyani, Raymond J Chan, Niranjan Bidargaddi, Dominique A Cadilhac, Billie Bonevski, Fiona Jones, Liam P Allan, Erin Godecke, Rebecca Barnden, Emily Brogan, Thoshenthri Kandasamy, Stacy Larcombe, Lemma N Bulto y Coralie English
https://doi.org/10.1177/17474930251340286
Resumen
Introducción:
Las intervenciones de autocuidado están recomendadas tras un ACV en muchas guías internacionales, con el objetivo de mejorar la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS). La autoeficacia —la confianza de una persona en su propia capacidad— se considera un componente clave que sustenta la capacidad de los individuos para gestionar su salud de forma autónoma.
Objetivos:
Sintetizar la evidencia sobre la efectividad de los programas de autocuidado para mejorar la autoeficacia o la CVRS en personas que han sobrevivido a un ACV.
Resumen de la revisión:
El protocolo fue registrado en la base International Prospective Register of Systematic Reviews (CRD42023440168). Se realizaron búsquedas en Medline, Emcare, Scopus, Cochrane Library, CINAHL y registros de ensayos desde su inicio hasta el 13/12/2024. Se incluyeron únicamente ensayos clínicos aleatorizados (ECA) que compararan una intervención de autocuidado con ninguna u otra intervención, y que evaluaran su efecto sobre la autoeficacia o la CVRS en personas que han tenido un ACV. El riesgo de sesgo se evaluó con los criterios de la Colaboración Cochrane. Se realizaron metaanálisis utilizando un modelo de efectos aleatorios. De los 13.608 resúmenes examinados, se incluyeron 44 ECA con un total de 5931 participantes. El tiempo post-ACV de los participantes al momento del reclutamiento varió entre 14 días y 3 años. La duración de las intervenciones osciló entre 45 minutos y 72 horas. Todas las intervenciones incluidas fueron multicomponentes, destacándose la educación (N = 40, 91%) y el establecimiento de objetivos (N = 39, 89%). Las intervenciones se brindaron a personas individualmente (N = 18, 41%), en grupos (N = 15, 34%), en formatos combinados (N = 5, 11%) o a díadas paciente-cuidador (N = 6, 14%). En cuanto a la modalidad, fueron presenciales (N = 28, 64%), completamente remotas por teléfono o videollamada (N = 7, 16%) o mixtas (N = 9, 20%). Hubo evidencia de baja certeza de que los programas de autocuidado, en comparación con ninguna intervención, no mejoran significativamente la autoeficacia (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,08; IC 95%: -0,02 a 0,18). Hubo evidencia de certeza moderada de que los programas de autocuidado tienen un efecto marginal y significativo sobre la CVRS (DME 0,07; IC 95%: 0,01 a 0,13). Las principales limitaciones de la revisión incluyen una notable heterogeneidad entre los estudios en cuanto a intervenciones, medidas de resultado, conductas objetivo y tiempo desde el ACV.
Conclusión:
Los programas de autocuidado varían ampliamente en contenido e intensidad. Existe evidencia de baja certeza de que los programas actualmente diseñados no mejoran significativamente la autoeficacia. En cambio, existe evidencia de certeza moderada de que dichos programas tienen un efecto pequeño sobre la calidad de vida relacionada con la salud después de un ACV.
Publicado por primera vez en línea el 12 de enero de 2025
Actividad física promovida por salud móvil tras ACV leve o AIT: ¿es factible y aceptable?
Charlotte Thurston, Sophia Humphries, Lucian Bezuidenhout, Sverker Johansson, Lisa Holmlund, Lena von Koch, Coralie English y David Moulaee Conradsson
https://doi.org/10.1177/17474930251315628
Antecedentes y objetivos:
La actividad física es un componente clave en la prevención secundaria del ACV. Las intervenciones de salud móvil (mobile health, mHealth) muestran potencial para mejorar la actividad física tras un ACV, aunque la mayoría de los estudios previos han combinado mHealth con servicios presenciales. Este estudio evaluó la factibilidad y aceptabilidad de una intervención mHealth completamente digitalizada para promover la actividad física en personas que han tenido un ACV o un accidente isquémico transitorio (AIT) en Suecia.
Métodos:
Se realizó un ensayo clínico aleatorizado de factibilidad con dos grupos paralelos. Se asignaron adultos con ACV o AIT a una de las siguientes intervenciones durante 6 meses: 1) grupo experimental: sesiones de ejercicio supervisado entregadas por mHealth (dos veces por semana entre los meses 1 a 3 y una vez por semana entre los meses 4 a 6), junto con técnicas de cambio de conducta para fomentar la actividad física (incluyendo dos sesiones de asesoramiento individual y seis sesiones de seguimiento) o 2) grupo control: dos sesiones de asesoramiento individual y tres sesiones de seguimiento, todas por mHealth. Se evaluaron la factibilidad (alcance, retención, adherencia, fidelidad y seguridad) y la aceptabilidad según criterios de progresión preestablecidos.
Resultados:
De 114 participantes, 105 (92%) completaron la intervención de 6 meses y 102 (89%) completaron el seguimiento a 12 meses. La intervención alcanzó a individuos de 20 de las 21 regiones de Suecia. El 68% de los participantes había tenido un ACV (de los cuales el 96% fueron leves), el 64% eran mujeres y la edad promedio fue de 71 años (desvío estándar = 9). El 95% nació en Suecia, el 61% tenía un nivel educativo alto y el promedio de pasos diarios fue de 6451. La tasa de respuesta a los cuestionarios digitales fue del 98%, a la medición de actividad física por sensores del 92% y a la monitorización de presión arterial del 97%. En el grupo experimental se entregaron un total de 1781 sesiones de ejercicio supervisado, con una adherencia del 76%; la adherencia a las sesiones de asesoramiento y seguimiento fue del 96%. Se registraron 95 eventos adversos, de los cuales 16 estuvieron relacionados con la intervención (principalmente dolor o molestias musculares), todos no graves. La satisfacción general con la aplicación móvil fue del 71%, y el 76% del grupo experimental consideró que la app podía replicar en parte las visitas presenciales.
Conclusión:
La intervención mHealth resultó, en general, factible y aceptable. No obstante, se identificó la necesidad de mejorar los procedimientos de reclutamiento para aumentar la diversidad socioeconómica y los niveles basales de actividad física de los participantes antes de avanzar hacia un ensayo fase 3.
Registro del ensayo: ClinicalTrials.gov NCT05111951
Publicado por primera vez en línea el 8 de febrero de 2025
Ácido acetilsalicílico y hemorragia subaracnoidea en el estudio de salud de enfermeras (Nurses’ Health Study)
Frederick Ewbank, Samuel Hall, Benjamin Gaastra, Diederik Bulters
https://doi.org/10.1177/17474930251322372
Antecedentes:
El ácido acetilsalicílico (aspirina) es conocido por aumentar el riesgo de sangrado en todo el organismo. Sin embargo, también hay evidencia que sugiere que podría tener un efecto protector en la formación y ruptura de aneurismas intracraneales. Los estudios previos que han investigado la relación entre ácido acetilsalicílico y hemorragia subaracnoidea (HSA) han mostrado resultados contradictorios.
Objetivos:
El objetivo de este estudio fue analizar los datos del Nurses’ Health Study (NHS) utilizando evaluaciones seriadas para comparar las tasas de HSA entre participantes que tomaban ácido acetilsalicílico y aquellas que no lo tomaban, considerando la dosis, frecuencia y duración del uso, así como los diferentes tipos de HSA.
Métodos:
El NHS es un estudio de cohorte prospectivo basado en población que incluye enfermeras mujeres. La información sobre uso de ácido acetilsalicílico se recopiló desde 1980 hasta 2016, incluyendo datos sobre dosis, frecuencia y duración del consumo. Todos los casos de ACV fueron clasificados por médicos. Se utilizaron modelos de regresión de riesgos proporcionales de Cox para estimar el hazard ratio (HR) asociado con el uso de ácido acetilsalicílico.
Resultados:
Un total de 117.648 participantes del NHS fueron elegibles para el análisis, con 357 casos de HSA observados durante 4.091.239 años-persona de seguimiento. No se encontró asociación entre el uso de ácido acetilsalicílico y HSA (HR = 1,02; IC 95% = [0,82, 1,28]; p = 0,85), HSA aneurismática (HR = 1,04; IC 95% = [0,78, 1,39]; p = 0,78), ni HSA idiopática (HR = 0,94; IC 95% = [0,65, 1,34]; p = 0,72). El número de comprimidos de ácido acetilsalicílico por semana sí se asoció con HSA (HR = 1,03; IC 95% = [1,00, 1,06]; p = 0,02), en particular con HSA fatal (HR = 1,04; IC 95% = [1,00, 1,08]; p = 0,03). No se encontró asociación significativa entre la frecuencia de uso y la HSA (HR = 1,06; IC 95% = [0,99, 1,13]; p = 0,07).
Conclusión:
No se encontró evidencia de una asociación protectora entre el ácido acetilsalicílico y la HSA ni con la HSA aneurismática en mujeres. De hecho, algunos análisis sugieren un aumento del riesgo de HSA con dosis más altas de ácido acetilsalicílico, aunque esta asociación no fue consistente en todos los análisis.
Publicado por primera vez en línea el 1 de febrero de 2025
Resultados funcionales a largo plazo en pacientes que sobreviven a una hemorragia subaracnoidea aneurismática: estudio KOSCO
Ho Seok Lee, Min Kyun Sohn, Jongmin Lee, Deog Young Kim, Yong-Il Shin, Gyung-Jae Oh, Yang-Soo Lee, Min Cheol Joo, So Young Lee, Min-Keun Song, Junhee Han, Jeonghoon Ahn, Young-Hoon Lee, Dae Hyun Kim, Young-Taek Kim, Yun-Hee Kim, Won Hyuk Chang
https://doi.org/10.1177/17474930251320566
Resumen
Antecedentes y objetivos:
La hemorragia subaracnoidea aneurismática (HSAa) sigue siendo un importante problema de salud global. Por lo tanto, comprender sus desenlaces funcionales es esencial. El objetivo de este estudio fue investigar los desenlaces funcionales a un año en pacientes con HSAa.
Métodos:
Se analizaron retrospectivamente los datos de pacientes con HSAa del estudio Korean Stroke Cohort for Functioning and Rehabilitation hasta 1 año después del inicio. Los datos de cohorte se recolectaron en dos períodos: entre agosto de 2012 y mayo de 2015, y entre enero y diciembre de 2020, en nueve hospitales diferentes. Las evaluaciones se realizaron desde los 7 días hasta el año de evolución. La discapacidad se midió mediante la Escala modificada de Rankin (mRS), y se analizó como desenlace favorable (mRS 0 o 1) y mortalidad. Además, el nivel funcional se evaluó con la Medida de Independencia Funcional (FIM, por sus siglas en inglés) en sobrevivientes de HSAa al año del evento. Se realizó un análisis de subgrupos, clasificando a los participantes en dos grupos según el mRS a los 7 días: uno con discapacidad leve a moderada (mRS 0–3) y otro con discapacidad severa (mRS 4 o 5). Se utilizó imputación múltiple para manejar los datos faltantes y un modelo de efectos mixtos para analizar la trayectoria del FIM.
Resultados:
Se incluyeron 517 pacientes con HSAa. De ellos, 246 (47,6%) presentaron discapacidad leve a moderada y 271 (52,4%) discapacidad severa a los 7 días. Al año del evento, la tasa de mortalidad fue del 6,0% y el 76,2% de los pacientes presentó un desenlace funcional favorable. Entre los sobrevivientes al año, la FIM mostró una mejoría significativa con el tiempo, y se observaron diferencias significativas entre los subgrupos. La edad, la severidad clínica inicial y la función cognitiva a los 7 días también se identificaron como covariables significativas.
Conclusiones:
La mayoría de los pacientes con discapacidad leve a moderada a los 7 días presentaron un buen desenlace funcional. Incluso entre aquellos con discapacidad severa, se observó una evolución favorable con mejoría continua en su nivel funcional. Por lo tanto, deben emplearse evaluaciones apropiadas y un manejo efectivo para lograr buenos desenlaces funcionales en los sobrevivientes de HSAa.
Publicado por primera vez en línea el 20 de enero de 2025
Andexanet alfa en pacientes con hemorragia intracraneal asociada a inhibidores del factor Xa: estudio prospectivo observacional multicéntrico ASTRO-DE
Hans-Christoph Diener, Nils Kuklik, Anika Hüsing, Angelika Alonso, Darius G. Nabavi, Sven Poli, Maria M. Gabriel, Ilko L. Maier y Julia Grans. Investigadores de ASTRO-DE
https://doi.org/10.1177/17474930251317385
Resumen
Antecedentes:
La expansión del hematoma tras una hemorragia intracraneal (HIC) en pacientes anticoagulados influye significativamente en los desenlaces clínicos y en la mortalidad, lo que resalta la necesidad de contar con agentes de reversión eficaces. Andexanet alfa es un agente específico de reversión para el sangrado mayor asociado a inhibidores del factor Xa.
Objetivos:
El estudio ASTRO-DE (The Andexanet alfa: non-interventional study at STROke centers in Germany) recopiló evidencia del mundo real sobre el efecto de andexanet alfa para mitigar la expansión del hematoma y modificar el pronóstico en pacientes tratados con rivaroxabán o apixabán que presentan HIC.
Métodos:
ASTRO-DE fue un estudio prospectivo, no intervencional, de cohorte, realizado en 25 centros de ACV certificados en Alemania. El desenlace primario fue el cambio en el volumen del hematoma y la proporción de pacientes con crecimiento del hematoma ≤33% dentro de las 12–72 horas o hasta la primera neuroimagen de control. Los desenlaces secundarios incluyeron eventos tromboembólicos intrahospitalarios y mortalidad hasta los 90 días.
Resultados:
Se analizaron 137 pacientes (47,4% hombres, edad media = 80,0 años) con HIC (92,6% espontánea, 87,4% intracerebral), con una media en la escala NIHSS al ingreso de 11,2 puntos y un volumen inicial medio del hematoma de 26,5 mL (mediana = 14,1 mL). Noventa pacientes (65,7%) presentaban HIC mientras recibían apixabán y 47 (34,3%) rivaroxabán. El tiempo medio entre el inicio de los síntomas y la administración de andexanet alfa fue de 3,3 h, y el tiempo puerta–aguja fue de 1,1 h. El cambio medio en el volumen del hematoma hasta la primera neuroimagen de control (realizada tras una mediana de 15,6 h) fue de 2,3 mL (IC 95% = 0,4–4,2), mientras que el cambio dentro de las 12–72 h fue de 1,8 mL (IC 95% = 0,4–3,2). Se logró un crecimiento del hematoma ≤33% en el 90,3% de los 93 pacientes evaluables según la primera imagen de control, y en el 90,5% de los 63 pacientes evaluables con imagen dentro de las 12–72 h. Durante la hospitalización, fallecieron 30/137 pacientes (21,9%) y se registraron 17 eventos tromboembólicos en 11/137 (8,0%) pacientes. La mortalidad a los 90 días fue de 47/128 (36,7%).
Conclusión:
ASTRO-DE es el primer estudio observacional prospectivo que recolecta sistemáticamente datos clínicos estandarizados sobre el tratamiento con andexanet alfa. El estudio demostró una hemostasia favorable y un crecimiento medio mínimo del hematoma en pacientes con HIC asociada a tratamiento con apixabán o rivaroxabán.
Publicado por primera vez en línea el 9 de febrero de 2025
Variaciones en la anatomía arterial intracraneal del polígono de Willis y su asociación con la arteriosclerosis en pacientes con enfermedad cerebrovascular isquémica
Bernhard P. Berghout, Rüveyda F. Soyupak, y Daniel Bos
https://doi.org/10.1177/17474930251322678
Resumen
Introducción:
Se estima que entre el 20% y el 31% de las personas nacen con una configuración anatómica "de libro" de las arterias intracraneales que forman el polígono de Willis. Los individuos con variantes anatómicas específicas podrían tener un mayor riesgo de arteriosclerosis intracraneal y, posiblemente, de sus secuelas como el ACV y la demencia, dado que la distribución del flujo y la presión sanguínea es diferente en las variantes que presentan arterias o segmentos arteriales ausentes. Por lo tanto, se estudió la asociación entre las variaciones anatómicas de las arterias intracraneales y la arteriosclerosis.
Métodos:
Entre diciembre de 2005 y octubre de 2010 se reclutaron 1126 pacientes (edad media: 62,3 años, DE ±14,0; 48,0% mujeres), de los cuales el 59,9% había sufrido un ACV isquémico y el 40,1% un ataque isquémico transitorio (AIT). Como parte del abordaje diagnóstico de rutina, se realizó angiografía por tomografía computarizada (TC) craneal. Estas imágenes permitieron una visualización detallada de las arterias intracraneales, lo cual facilitó la evaluación de la configuración anatómica de las arterias cerebrales, las arterias comunicantes anterior y posterior, las carótidas internas y el sistema vertebrobasilar. Asimismo, se identificaron calcificaciones arteriales intracraneales, característica definitoria de la arteriosclerosis intracraneal. Se construyeron modelos de regresión logística binomial ajustados por edad, sexo y etnia para evaluar las asociaciones entre las variantes arteriales y la presencia de calcificaciones.
Resultados:
Un polígono de Willis incompleto, definido por la aplasia de cualquier segmento arterial, estuvo presente en 875 (77,7%) pacientes. La variante más común fue la aplasia de la arteria comunicante posterior derecha, en el 52,0% de los pacientes. Los hombres presentaron con mayor frecuencia una anatomía incompleta en comparación con las mujeres (odds ratio ajustado: 1,36; IC 95% = 1,02–1,81). La calcificación arterial intracraneal estuvo presente en el 59,2% de los pacientes. La incompletitud del sistema arterial intracraneal no se asoció con la presencia global de calcificaciones (OR = 0,95; IC 95% = 0,68–1,34). Sin embargo, ciertas variantes se asociaron con ubicaciones específicas de calcificación: la prevalencia de calcificación en las arterias vertebrobasilares fue menor en quienes tenían una arteria cerebral posterior de tipo fetal comparado con quienes tenían una arteria cerebral posterior normal (OR = 0,61; IC 95% = 0,38–0,99). La prevalencia fue mayor en pacientes con a-/hipoplasia de ambas arterias comunicantes posteriores (OR = 1,63; IC 95% = 1,00–2,66). Además, los pacientes con a-/hipoplasia del segmento A1 izquierdo de la arteria cerebral anterior tuvieron una mayor prevalencia de calcificación en la arteria carótida interna derecha comparado con quienes tenían un A1 izquierdo normal (OR = 2,30; IC 95% = 1,00–5,26).
Conclusión:
La prevalencia de arteriosclerosis en las arterias intracraneales observada mediante TC varía entre los pacientes con ciertas variantes anatómicas del sistema arterial intracraneal. En particular, se observó con mayor frecuencia arteriosclerosis en la arteria carótida interna derecha y en las arterias vertebrobasilares en pacientes con a-/hipoplasia del segmento A1 izquierdo o de ambas arterias comunicantes posteriores, respectivamente. En cambio, la arteriosclerosis fue menos frecuente en las arterias vertebrobasilares de pacientes con arteria cerebral posterior de tipo fetal. Se justifican futuras investigaciones longitudinales sobre la configuración anatómica de las arterias intracraneales y el desarrollo de arteriosclerosis, ya que esta línea de investigación podría identificar a un nuevo grupo de personas con mayor riesgo de enfermedad cerebrovascular.
Publicado por primera vez en línea el 13 de febrero de 2025
Resultados comparativos del tratamiento de malformaciones arteriovenosas en regiones elocuentes versus no elocuentes del cerebro: un estudio multicéntrico con ponderación por puntaje de propensión
Basel Musmar, Nimer Adeeb, Hammam Abdalrazeq, Hamza Adel Salim, […] y Pascal Jabbour (en representación del consorcio MISTA)
https://doi.org/10.1177/17474930251323503
Resumen
Antecedentes:
Las malformaciones arteriovenosas (MAV) son anomalías vasculares complejas con alto riesgo de hemorragia y déficits neurológicos, especialmente cuando se localizan en regiones cerebrales elocuentes. La elocuencia de la localización de una MAV es un factor crítico en la planificación del tratamiento, ya que influye tanto en el riesgo de complicaciones como en los desenlaces funcionales a largo plazo. Este estudio tiene como objetivo comparar los resultados entre MAVs localizadas en regiones elocuentes y no elocuentes.
Métodos:
Este estudio retrospectivo multicéntrico utilizó datos del consorcio Multicenter International Study for Treatment of Brain AVMs (MISTA). Se compararon pacientes con MAVs en regiones elocuentes y no elocuentes en cuanto a características basales, resultados angiográficos y funcionales utilizando la escala modificada de Rankin (mRS). Se aplicó la ponderación por puntaje de propensión (IPTW) para ajustar variables de confusión.
Resultados:
El estudio incluyó 1013 pacientes, con 498 (49,2%) MAVs localizadas en regiones elocuentes y 515 (50,8%) en regiones no elocuentes. En el análisis no ajustado, las MAVs en regiones elocuentes tuvieron menores tasas de obliteración completa (67,6% vs 79,5%, OR: 0,53; IC 95%: 0,39–0,72; p < 0,001) y mayores tasas de complicaciones (24,5% vs 19,0%, OR: 1,38; IC 95%: 1,02–1,86; p = 0,03) en comparación con las MAVs en regiones no elocuentes. Tras el ajuste por IPTW, las MAVs en regiones elocuentes continuaron mostrando mayores probabilidades de complicaciones generales (OR: 1,68; IC 95%: 1,12–2,52; p = 0,01) y complicaciones sintomáticas (OR: 1,77; IC 95%: 1,12–2,80; p = 0,01). El análisis secundario dentro del grupo de regiones elocuentes indicó que la embolización se asoció con un mayor riesgo de complicaciones. La cirugía y la radiocirugía mostraron resultados funcionales comparables al último seguimiento y tasas de complicaciones similares, con tasas de obliteración completa más altas en cirugía.
Conclusión:
Las MAVs en áreas cerebrales elocuentes presentan mayores riesgos de complicaciones y menores tasas de obliteración, lo que resalta la necesidad de una planificación de tratamiento cuidadosa e individualizada. Dentro del grupo elocuente, la embolización aumentó el riesgo de complicaciones, mientras que la cirugía y la radiocirugía mostraron desenlaces funcionales comparables al último seguimiento y tasas similares de complicaciones, con una mayor tasa de obliteración en la cirugía. Estos hallazgos subrayan la importancia de la localización en el manejo de MAVs y apoyan investigaciones futuras que comparen estrategias de tratamiento para MAVs en áreas cerebrales elocuentes.
Publicado por primera vez en línea el 16 de febrero de 2025
Colaterales y resultados tras el tratamiento endovascular en oclusión aguda de gran vaso: disparidad según la etiología del ACV
Xinyi Leng, Ximing Nie, Hongyi Yan, Yuesong Pan, Lina Zheng, Yuying Liu, Wanying Duan, Xin Liu, Yufei Wei, Weibin Gu, Xinyi Hou, Thomas W. Leung, Zhongrong Miao, David S. Liebeskind y Liping Liu
https://doi.org/10.1177/17474930251324463
Resumen
Antecedentes:
La circulación colateral proporciona flujo compensatorio a las regiones cerebrales isquémicas en el contexto de una oclusión aguda de gran vaso (OGV), y se ha asociado con mejores desenlaces luego del tratamiento endovascular (TE).
Objetivos:
El objetivo fue analizar el estado colateral previo al TE y su asociación con los desenlaces posteriores, en pacientes con OGV aguda de diferentes etiologías.
Métodos:
A partir de un registro prospectivo y multicéntrico, se analizaron pacientes con OGV intracraneal en la circulación anterior, de etiología aterosclerosis de grandes arterias (AGA) y cardioembolia (CE), que recibieron TE dentro de las 24 horas. El estado de la circulación colateral leptomeníngea previa al tratamiento se clasificó mediante angiografía por sustracción digital utilizando el sistema de gradación ASITN/SIR. Los desenlaces evaluados incluyeron: buen desenlace funcional a 3 meses (escala modificada de Rankin [mRS] 0–2), distribución del mRS a los 3 meses, recanalización exitosa, deterioro neurológico precoz, hemorragia intracraneal sintomática (HICs) y mortalidad a 3 meses.
Resultados:
Entre 805 pacientes (edad mediana 66 años), 450 presentaban OGV por AGA y 355 por CE. De ellos, el 57,8% y el 56,6% respectivamente (p = 0,742), tenían circulación colateral buena antes del TE. En los pacientes con AGA, las colaterales buenas se asociaron con menor riesgo de HICs (OR ajustada [OR] = 0,40; IC 95% = 0,17–0,94; p = 0,036), pero no con mejores desenlaces funcionales. En los pacientes con CE, las colaterales buenas se asociaron con mayor probabilidad de buen desenlace funcional (OR ajustada = 1,55; IC 95% = 0,96–2,51; p = 0,072) y con menor puntuación de mRS a 3 meses (OR común ajustada = 0,64; IC 95% = 0,43–0,94; p = 0,021). Sin embargo, no se observó una interacción significativa entre la etiología (CE vs AGA) y el estado colateral sobre ninguno de los desenlaces.
Conclusiones:
El estudio reveló una proporción similar de circulación colateral buena antes del TE en pacientes con OGV por AGA y CE tratados dentro de las 24 horas, pero los efectos protectores de las colaterales sobre los desenlaces podrían diferir entre estos dos grupos de pacientes.
Publicado por primera vez en línea el 11 de marzo de 2025
Consumo de drogas ilícitas y microhemorragias cerebrales en pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo y accidente isquémico transitorio
Benjamin K. Petrie, Helena Lau, Fe María Cajiga-Peña, Saleh Abbas, Brandon Finn, Katie Dam, Anna M. Cervantes-Arslanian, Thanh N. Nguyen, Hugo J. Aparicio, David Greer y José Rafael Romero
https://doi.org/10.1177/17474930251328524
Resumen
Antecedentes:
Las microhemorragias cerebrales (MHC) son un marcador de enfermedad de pequeños vasos cerebrales y se asocian con el ACV isquémico. Si bien el consumo de drogas ilícitas (CDI) se ha vinculado con vasculopatía cerebral, la asociación entre MHC y CDI está poco caracterizada.
Objetivos:
Nuestro objetivo principal fue explorar la relación entre el CDI y las MHC, y describir las diferencias en factores de riesgo vascular entre quienes presentan y no presentan MHC.
Métodos:
Incluimos 1746 ingresos hospitalarios (correspondientes a 1614 pacientes únicos) por ACV isquémico agudo y accidente isquémico transitorio (AIT) entre 2009 y 2018, con imágenes por resonancia magnética cerebral (RM) con secuencia T2* gradiente-eco interpretable. De forma retrospectiva, se obtuvieron características clínicas de los pacientes y datos sobre CDI (por antecedentes y/o toxicología urinaria). Las RM se analizaron para detectar MHC y se clasificaron topográficamente como lobares, profundas o infratentoriales. Se utilizó análisis univariado para evaluar diferencias entre pacientes con y sin MHC, así como la variación en la localización de las MHC según el tipo de droga. Se aplicó un análisis coprimario multivariado (regresión logística y de Poisson) para caracterizar la asociación entre categorías de droga y presencia de MHC.
Resultados:
Se observó CDI en el 13,8% (n = 241) y MHC en el 32,9% (n = 575) de una población predominantemente afrodescendiente de mediana edad. El 53,8% de las MHC fueron lobares, el 27,3% profundas y el 18,8% infratentoriales. Dentro del grupo con CDI, aquellos con al menos una MHC (comparados con quienes no presentaban MHC) eran de mayor edad (56,9 ± 11,5 vs 53,6 ± 10,5 años, p = 0,036), tenían menor índice de masa corporal (26,6 ± 4,4 vs 28,1 ± 5,9, p = 0,039), y presentaban con mayor frecuencia enfermedad renal crónica (9,5% vs 3,0%, p = 0,033) o antecedentes de ACV isquémico/AIT (41,9% vs 25,1%, p = 0,009). En el análisis coprimario, el consumo de cocaína se asoció con un aumento en el número de MHC de 0,24 (IC 95%: 0,09–0,38; p = 0,001), y el consumo de opioides con un aumento de 0,31 (IC 95%: 0,08–0,52; p < 0,001), controlando por edad, sexo, hipertensión y antecedentes de ACV isquémico o AIT. Las MHC en el grupo con consumo de opioides se localizaron con mayor frecuencia en regiones profundas (40,4% vs 27,3%, p = 0,023) en comparación con quienes no consumían opioides.
Conclusiones:
Nuestros hallazgos respaldan una asociación entre las MHC, como marcador temprano de vasculopatía cerebral, y el consumo de cocaína y opioides. Estos resultados destacan la necesidad de futuras investigaciones sobre los mecanismos fisiopatológicos que vinculan el CDI con el daño cerebrovascular, y subrayan la importancia de intervenciones dirigidas en esta población.
Publicado por primera vez en línea el 12 de abril de 2025
La trombolisis intravenosa mejora los resultados de recanalización independientemente de la técnica de trombectomía mecánica en el ACV isquémico agudo
Pauline Cousin, Giuseppe Scopelliti, Alice Le Berre, Joseph Benzakoun, Nicolas Bricout, Laurence Legrand, Guillaume Turc, Charlotte Cordonnier, Catherine Oppenheim, Olivier Naggara, Hilde Henon y Wagih Ben Hassen
https://doi.org/10.1177/17474930251337054
Resumen
Introducción:
Análisis post hoc de ensayos recientes que comparan la terapia puente con la terapia endovascular (TE) exclusiva han mostrado mejores resultados de recanalización con la terapia puente. Sin embargo, sigue siendo incierto si el efecto positivo de la trombólisis intravenosa (TIV) previa es consistente entre todas las técnicas actuales de trombectomía mecánica de primera línea (aspiración, stent-retriever o técnica combinada). En este estudio, se evaluó la consistencia del efecto beneficioso de la TIV en diferentes técnicas de trombectomía mecánica.
Métodos:
Se extrajeron datos de registros prospectivos, que incluyeron pacientes consecutivos con ACV isquémico agudo tratados con TE entre enero de 2015 y octubre de 2022. Se incluyeron pacientes con oclusión de gran vaso en la circulación anterior tratados con TE, con o sin TIV previa. Se realizó un análisis ponderado por puntaje de propensión para evaluar el efecto de la TIV sobre los resultados de recanalización según la técnica de TE utilizada.
Resultados:
Se incluyeron 2650 pacientes (edad media 70 ± 15 años, 47% hombres), 1400 en el grupo con terapia puente y 1250 en el grupo con TE exclusiva. El grupo con terapia puente presentó mayores tasas de recanalización exitosa (eTICI ≥ 2B) (OR = 1,78; IC 95%: 1,52–2,1). Este resultado fue consistente en todas las técnicas de trombectomía de primera línea: aspiración (OR = 1,81; IC 95%: 1,3–2,6; p = 0,01), stent-retriever (OR = 1,64; IC 95%: 1,2–2,2) y técnica combinada (OR = 1,94; IC 95%: 1,6–2,4). Además, el grupo con terapia puente requirió menos intentos de extracción (OR = 1,26; IC 95%: 1,04–1,4), con un efecto consistente entre las diferentes técnicas de TE.
Conclusión:
La TIV mejora significativamente los resultados de recanalización de la TE en pacientes con ACV isquémico agudo, independientemente de la técnica de trombectomía mecánica utilizada.
Publicado por primera vez en línea el 12 de mayo de 2025
Evaluación internacional del paquete de atención en hemorragia cerebral (I-CATCHER): Protocolo de estudio para un ensayo multicéntrico, escalonado, paralelo, aleatorizado por conglomerados con período basal
Trine Apostolaki-Hansson, Menglu Ouyang, Dar Dowlatshahi, Valeria Caso, Alessandro Bufi, Zhe Kang Law, Laurent Billot, Bo Norrving, Craig S. Anderson y Teresa Ullberg
https://doi.org/10.1177/17474930251342888
Resumen
Justificación:
Se ha demostrado que un enfoque basado en “paquetes de atención” (care bundles) para el manejo de la hemorragia intracerebral espontánea (HIC) beneficia a pacientes en países de ingresos bajos y medianos (PIBM). Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre los componentes específicos del paquete y su aplicabilidad en países de ingresos altos (PIA).
Objetivos:
Una iniciativa internacional colaborativa cuyo objetivo es determinar si la implementación de un paquete de atención mejora el desenlace funcional en pacientes con HIC en PIA.
Métodos:
Ensayo clínico internacional, multicéntrico, escalonado, paralelo y aleatorizado por conglomerados, centrado en la implementación y mejora de calidad en adultos con HIC espontánea dentro de las 24 horas del inicio de los síntomas. El paquete de atención incluye intervenciones con metas y tiempos definidos: descenso intensivo temprano de la presión arterial, manejo de hiperglucemia y pirexia, reversión de anticoagulación, evitación de órdenes de no resucitar, neuroimagen repetida y derivación oportuna a cuidados intensivos y neurocirugía. Se incorporará una evaluación del proceso para valorar la efectividad e implementación del paquete.
Tamaño de muestra:
Se estima que 110 hospitales con 3500 participantes con HIC proporcionarán un 90% de potencia estadística (α = 0,05) para detectar un efecto clínicamente relevante de mejora de 0,20 puntos en la escala de Rankin modificada ponderada por utilidad (UW-mRS).
Desenlaces:
El desenlace primario es la UW-mRS a los 6 meses. Los desenlaces secundarios incluyen muerte, estado funcional y calidad de vida relacionada con la salud. Los desenlaces de implementación incluyen adopción, fidelidad, aceptabilidad, sostenibilidad e integración.
Discusión:
Nuestro objetivo es generar evidencia confiable que acelere el cambio en la práctica clínica hacia la integración del paquete de atención para HIC como componente esencial del manejo agudo del ACV a nivel mundial.
Registro del estudio:
Clinicaltrials.gov Identificador: NCT06429332.